Es hermoso ver el campo por las noches de verano repleto de pequeñas luces emitidas por la luciérnagas. Ay que linda es la naturaleza!. Sin embargo los pobres insectos generadores de luz no deben pensar lo mismo, porque para poder emitir esa luz deben tomarse un verdadero trabajo.
Las luciérnagas tienen un tejido graso a los lados del estómago que está cubierto de nervios y tubos aéreos; cuando estos nervios son estimulados los tubos liberan oxígeno, que se combina con un pigmento de tejido graso, al que se lo denomina lucifereina, y así es como la luciérnaga emite su luz que por otra parte es fría.En síntesis, su luz no es el resultado de un acto reflejo sino de todo un mecanismo que estos bichitos deben poner en marcha para emitir esa luz.
